Para la higiene bucodental: por su acción dinamizante sobre la flexibilidad y la tonicidad de la fibra colágena, el silicio orgánico actúa de forma muy eficiente sobre el periodonto (en particular en el caso de recesión gingival). Se puede utilizar como enjuague de boca. También puede penetrar más rápidamente en las zonas de difícil acceso mediante la cavitación hidrodinámica del cepillo de dientes Broxo. Los numerosos estudios realizados sobre el cepillo de dientes eléctrico Broxo (diseñado para un masaje vigoroso de las encías) confirman una mejora del índice gingival inigualada por ningún cepillo de dientes manual o eléctrico. Por lo que pensamos que el hecho de asociar este cepillo con la sílice de cola de caballo del Dr. Yves Baccichetti es propenso a acelerar el proceso de saneamiento del periodonto.

La sílice de cola de caballo tiene un sabor agradable.

También se utiliza con la boquilla nebulizadora del irrigador dental Broxo. Un poco de silicio en el fondo del depósito diluido con agua tibia, coloque la boquilla sobre el mango, ponga el aparato en marcha, y ya empieza la nebulización. Esta “nube” es propulsada a alta velocidad y permite una penetración in situ de la sílice (cara, garganta, encías…). Esta nube se puede inhalar por la nariz o por la boca. Algunos clientes la usan también con el Quinton u otras soluciones naturales. Acuérdense de bien enjuagar el aparato para evitar que el silicio se seque en la bomba o en la boquilla.

Algunos de nuestros clientes también lo usan con Quinton u otras soluciones naturales. No te olvides de enjuagar bien el aparato y la boquilla, para que el silicio no se seque en la bomba o la boquilla.

Si no lo hace, la boquilla del nebulizador no funcionará y los Orajets Broxo también pueden experimentar problemas graves que no estarán cubiertos por la garantía. Por lo tanto, tenga mucho cuidado. Pregunte a nuestro consultor de odontología cosmética preventiva para más información: sylvain@santeparodonte.com

Para contestar esta pregunta, sírvase consultar esta página (en francés).

En el libro “El SILICIO orgánico, vector de vitalidad”, del Dr. Saubens, podemos leer lo siguiente:

Aislado por el químico sueco Jöns Jacob Berzelius en el 1823, el silicio es un metaloide de masa atómica 28. Ocupa en la clasificación periódica de los elementos, conocida como tabla de Mendeléiev, la columna IV, la misma que el carbón con el que comparte ciertas propiedades, en particular de ser tetravalente (la capacidad de formar cuatro enlaces covalentes), pero en la realidad su comportamiento es distinto.

Este lugar es muy notable: a la izquierda de dicha columna figuran elementos netamente electropositivos, a su derecha, elementos electronegativos. Su ubicación en esta zona intermedia confiere al silicio afinidades tanto electropositivas como electronegativas, lo que le permite combinarse tanto al oxígeno como al hidrógeno.

Esta propiedad llamada “optocuántica inversa” es fundamental. El silicio puede pasar muy rápidamente del estado positivo al estado negativo. Tiene una polaridad alterna… lo que es lo propio de la corriente eléctrica.