Niños y adultos. Toda la familia puede aprovechar sin riesgo las numerosas ventajas que ofrece un cabezal Broxo.

Muy corto (largo 16 mm máximo). El cepillo o cabezal permite un cepillado a gusto y eficaz de las superficies de cualquier diente, tanto la parte exterior como interior de los arcos dentales. Los cabezales más grandes dejan de lado ciertas superficies por la curvatura de la mandíbula, en particular, en las superficies linguales de los incisivos y caninos.

Su pequeño cabezal permite que se mueva libremente en el vestíbulo (parte superior) sin poner en peligro ninguna mucosa ni ningún órgano bucal.

El espacio mínimo entre los bordes del cepillo y la implantación extrema de las cerdas facilita la limpieza del cepillo después de su uso y evita la formación de zonas sépticas, como ocurre con sus competidores más cercanos.

Extremos redondeados, a diferencia de las cerdas de otros cabezales disponibles en el mercado, cuyas puntas están cortadas de forma oblicua y transversal, a veces de manera burda. Los ingenieros de Broxo han demostrado que estas puntas son responsables de traumatismos gingivales. Las cerdas redondeadas permiten una limpieza fácil, sin ningún riesgo de rayar el esmalte dental ni de dañar las encías. Mejor aún, ejercen un efecto de masaje extremadamente beneficioso para las encías. Así, el mismo cepillo servirá tanto para la limpieza como para el masaje.

La potencia del motor del OraBrush impulsa el cabezal sin necesidad de un mecanismo de transmisión que pueda ser fuente de contaminación bacteriana, como ocurre con sus competidores más cercanos. Así, los cabezales utilizados por toda la familia ya no representan un riesgo para la salud.



Dr. Philippe WOOG (Ginebra)

Extracto del boletín del grupo internacional para la investigación científica y la estomatología